VIVE TU VIDA COMO QUIERAS QUE SE RECUERDE, NO COMO QUIERAS QUE SE IMAGINE.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Ups, have I said too much?

Do young people care about politics?
La respuesta creo que suena al unísono. No. Una pequeña minoría, diminuta diría yo, le importa de verdad la política.
Pero no entraré ahí ahora. Lo que quiero es indagar en el por qué no. ¿Por qué la gente joven hace caso omiso en lo que a política se refiere? Pues ahí van mis pequeñas ideas.


De pequeños nos dicen que mentir es malo, que no se debe hacer ya que un niño bueno no hace cosas malas. Si vosotros, adultos, aún seguís atados a vuestro espíritu juvenil, rememorando vuestros pensamientos infantiles contando con vuestra edad actual, nosotros los jóvenes, aunque queramos aparentar que no, somos incluso más niños de lo que os pensáis. Lo que vengo a decir con esto es que ¿cómo se supone que nos va a importar o vamos siquiera a escuchar lo que un mentiroso (también conocido como político) tiene que decir? 
Mentir está mal visto aquí y en la China. Y jóvenes los hay también aquí y en la China.


Como segunda opción propongo lo siguiente: Gente adulta, vosotros también habéis sido jóvenes, algunos lo seguís siendo de espíritu, y por eso mismo debéis saber que un joven no sólo tiene que superar nuevos obstáculos a diario, si no que además se supone que debe aprender de ellos para salir bien parado la próxima vez que dicha situación se le presente. Vamos, de un joven se espera que viva nuevas experiencias, que tome decisiones de aquello que aún le es desconocido y que aprenda alguna lección de todo lo que le rodea.
Que sí, que vivimos muy bien y lo que queráis, pero ¿os pensáis que es fácil lidiar con tantas expectativas? Creedme que después de pasar por todo eso día tras día, no nos quedan ganas para escuchar a políticos (también conocidos como mentirosos.)


Así que, resumiendo, como joven que soy no veo nada de provechoso en el hecho de escuchar a unas personas que no hacen más que prometer un futuro mejor, ignorando lo que el presente les escupe en la cara y que, además, sonríen hipócritamente.


Lo siento, pero como joven que soy, no tengo ni el tiempo ni el deber moral de escucharles o interesarme por ellos. Cuando dejen de prometer (mentir) y pasen a actuar, quizá lograrán una pizca de mi atención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario