He superado obstáculos que me triplicaban la altura, he subido a lo más alto para así darme cuenta de lo lejos que puedo llegar. He conseguido lo que a principio de curso me dijeron que sería casi imposible, he conseguido superarme un día más.
Hace poco he comprobado como tu vida, la vida en sí, va dando tumbos. Para encontrar la estabilidad a la que se llega con los años, hacen falta muchos ajustes, muchos contrapesos para equilibrar la balanza. Resulta ser cierto en mi día a día que, una vez te puedes permitir el gusto de respirar aliviada en temas económicos, viendo que el futuro no pinta mal, debes asumir que en temas amorosos no todo es color de rosa, si no más bien un granate intenso, pero un pobre intenso, si acaso eso tiene sentido.
Quizá sea por las horas en que escribo estas líneas, dónde se me entrelazan las ideas con parpadeos a contratiempo, que me anuncian que mi cama me reclama. Quizá sea por eso y por mil secretos más que ahora me siento algo así como capaz de todo.
