Esta entrada está escrita por Gonzalo Iturregui, un buen escritor, un gran amigo.
Tal vez haya en la vida de todos o muchos un momento, un instante, un fragmento temporal en el que te das cuenta de que todo a tu alrededor, el mundo, no está hecho para ti. No está hecho para ti, te mides, te pesas pero no se ajusta. Quizás grande, tal vez pequeño, sobra o falta de aquí o de allá. El mundo, no es para ti. No lo es ahora, no lo es en ese momento, piensas, reflexionas, hurgas en ti. Poco a poco, a un ritmo desconocido, sorprendente, a veces estresante, otras cruel y peligroso tienes que hacerlo tuyo. Pisar fuerte, desgarrarlo y destrozarlo. Golpeando y arañando con todas tus fuerzas. Lo rompes, estropeas, lo masajeas y moldeas para bien o para mal pero con otra forma, otra expresión. Un sinfín de pequeños detalles: estrías, puntas, brechas. Al fin y al cabo es tuyo, lo conviertes a ti, como la energía, lo transformas. Y es en ese mismo instante en el que es tuyo, lo marcas y dejas tu huella, tu seña: palabras, pensamientos, relaciones, arte al fin y al cabo. Ahora es tuyo y de nadie más.
es cierto!
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